domingo, 24 de febrero de 2008

La farsa de la igualdad

Eso de que todos somos iguales ante la ley queda muy bien en los libros, pero en la realidad no es más que papel mojado. La igualdad de género nunca ha existido, ni existe ni tiene pinta que vaya a existir. Históricamente la posición social del hombre siempre ha dominado sobre el de la mujer. Había un abismo entre los derechos de unos y otros. Ahora las distancias se han acortado, pero la meta sigue estando lejos y sobre todo, difusa.

En la actualidad existen tratos de favor tanto a un género como a otro en cuestiones de todos los colores. El machismo sigue estando presente en los puestos directivos de las empresas, en la publicidad sexista y en las mentes de todos aquellos que viven anclados en el pasado, que siguen siendo demasiadas. De igual modo, el hombre también tiene motivos para sentirse agraviado en esta sociedad. Hasta ahora nadie ha denunciado que los varones tengan que pagar para entrar en algunas discotecas y las chicas no. Tampoco nadie ha cuestionado por qué en los manuales de salvamento el hombre es el último. Ni tampoco nadie asume que los hombres tienen todas las de perder en un juicio por la custodia de su hijo.

La última pamplina en torno a este tema se llama paridad. Los políticos se han inventado esta palabra para intentar ganar votos a cualquier precio y colocarse la medalla del progresismo. La idea consiste en que las plantillas con cargos públicos reflejen una equidad absoluta entre hombres y mujeres, fifty fifty. Yo siempre había creído que la palabra igualdad iba de la mano de libertad. Pero esto de la paridad no es más que una igualdad impuesta. Y también una manera de reconocer erróneamente que un sexo es inferior a otro.

4 comentarios:

Yimi Zehcnas dijo...

Lo de fifty - fifty no sé de donde lo sacas. La Ley de Igualdad pretende que haya un 60% - 40%, independientemente de si hay más mujeres que hombres o viceversa http://www.elpais.com/articulo/sociedad/nueva/Ley/Igualdad/impone/paridad/listas/electorales/elpporsoc/20060303elpepusoc_1/Tes .

Esto no es una simple imposición cara a la galería, sino que tiene su raíz psicosociológica. Se trata de educar en la cultura de la igualdad, algo que, como bien has dicho, históricamente no se ha dado. Y no sólo se educa en la escuela, sino que cada vivencia de nuestra existencia nos va creando patrones de conducta y puntos de vista. Si estás acostumbrado a ver sólo hombres como líderes y mujeres como secretarias, pues será consciente o inconscientemente lo que reproducirás en tus futuras relaciones sociales.

Por algún sitio hay que empezar...

David Díaz dijo...

Es pura galería y he puesto varios argumentos de peso. Cuando se tapa un agujero, se deja al descubierto otro y al final estamos en las mismas.

David Díaz dijo...

Además, si para un trabajo de diez plazas hay cinco canditatos hombres y cinco mujeres, y las cinco mujeres son las mejores, ¿por qué tienen que darle el trabajo a esos hombres? Y la inversa igual. Lo importante es que prime el mérito, presuponer y consolidar una igualdad REAL y dejarse de leyes absurdas.

Yimi Zehcnas dijo...

Las cosas no son tan sencillas como parecen o se quieren hacer parecer...