miércoles, 6 de febrero de 2008

La infancia de ayer y hoy

No ha pasado tanto tiempo pero las diferencias son enormes. Veo a los niños de ahora y no me identifico con ellos, nos los relaciono con aquella época en la que mi DNI marcaba la misma edad. El mundo cambia, los lugares cambian, la gente cambia y los niños no son ninguna excepción. El fútbol me servirá para explicarlo, aunque sea una osadía querer simplificarlo hasta ese extremo.

En aquellos maravillosos años, parafraseando a la célebre serie americana, los niños pensábamos a todas horas en jugar al fútbol. El campo era lo de menos porque corríamos en cualquier plaza, llamábamos focos a las farolas, si no había balón nos apañábamos con una piedra e intentábamos simular una y otra vez el que había sido el mejor gol de la jornada. Además, en el colegio, gimnasia y recreo eran sinónimos de fútbol. Y ni que decir tiene que conocíamos a todos los futbolistas del momento gracias a los cromos, también llamados coloquialmente como estampitas.

Ahora poco o nada de eso se repite. Los chicos prefieren las partidas de playstation a los partidos de verdad, los cromos están en peligro de extinción, las plazoletas de los barrios están desiertas, no tienen la vida que tenían antaño. En estos momentos, para practicar este fantástico deporte en esas edades tienes que apuntarte a un club, donde probablemente te enseñarán antes a engañar y protestar al árbitro que a golpear el balón. Desconozco los porqués pero se está perdiendo uno de los valores más sagrados de la infancia: la inocencia.

Adjunto un videoclip para ilustrar esta entrada.

2 comentarios:

Kiski dijo...

Hoy he visto a un chaval con un balón metido en una bolsa y dándole patadas mientras lo sostenía.

Me ha hecho una gracia tremenda porque eso solía hacerlo yo cuando iba a jugar, además, mi madre no me dejaba llevarme la pelota en la mano por temor a que se me cayera y me cogiera un coche.

Un Saludo

P.D: Te agrego a Favoritos

Yimi Zehcnas dijo...

¡¡¡¡¡¡Patio!!!!!!