miércoles, 26 de marzo de 2008

Del cielo al suelo

De estar en el estrellato a competir casi en el anonimato. De ser el número uno a ser uno más. De saborear la gloria a combatir el fracaso. De ser la revelación a convertirse en la decepción. De ser la imagen de un videojuego a no aparecer en ellos. De la cima al olvido en sólo unos años. A pesar de su juventud, la carrera del tenista español Juan Carlos Ferrero ya conoce todos los contrastes posibles.

Ferrero puede sentirse orgulloso de haber logrado éxitos al alcance de muy pocos. Conquistó la tierra batida de Roland Garros con la insultante edad de 23 años. Esa misma temporada fue finalista del US Open, un torneo históricamente maldito para los tenistas españoles, y se mantuvo durante ocho semanas como líder de la ATP. Pero toda la brisa que soplaba a su favor se transformó rápidamente en un vendaval en su contra.

No es fácil encontrar las causas por las que Juan Carlos Ferrero bajó tanto su rendimiento en tan poco tiempo. Puede que se confiara, que las pequeñas lesiones le lastraran su progresión e incluso que no pudiera soportar la presión de ser el mejor. También es posible que le afectara la aparición meteórica de otro talento llamado Rafa Nadal. En cualquier caso, la garra del manacorí eclipsó el revés a dos manos del alicantino y de momento, el sol no ha vuelto a salir para él.

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