
En esta serie cargada de adrenalina e intriga, Palmer representa al primer hombre de color que consigue acceder a la Casa Blanca. Su intención es la de decir siempre la verdad, anteponer al ciudadano antes que nada y evitar cualquier tipo de actitud belicista. Pero sus principios chocan con los de los grupos de presión que tiene a su vera: multinacionales que apoyaron su campaña, senadores ansiosos de poder, prensa sensacionalista que busca el escándalo, el racismo silencioso, etc.
En cualquier caso, es innegable que los guionistas de 24 acertaron con su premonición y hoy es difícil evitar un paralelismo entre el personaje de David Palmer y el de la persona de Barack Obama, más que probable candidato al sillón presidencial por el partido demócrata. Una vez más, la ficción se adelanta a la realidad.
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