Hoy rescato un pasaje histórico que siempre me ha fascinado: la Revolución de los Claveles. De forma paralela al franquismo, los portugueses también sufrieron en sus carnes el mal fario de una dictadura. Durante las décadas gobernadas por Salazar, el país estuvo estancado, aislado y asfixiado por las disputas con sus colonias. Cuando el pesimismo pulverizaba todos los registros, un golpe de Estado organizado por varios generales hizo renacer las esperanzas de los lusos. Ningún portugués olvidará aquel 25 de abril de 1974.
Cuenta la Historia que la emisión radiofónica de una canción del revolucionario José Afonso fue la señal para iniciar la sublevación. Pero a diferencia de otros episodios internacionales de la misma naturaleza, no sólo los militares tomaron las calles, sino también los ciudadanos, deseosos de una quimera llamada libertad. En un mar de confusión, soldados y personas de a pie se entremezclaron en las calles dibujando un paisaje nunca antes visto. Y para aportarle aún más belleza, miles de mujeres lisboetas repartieron claveles a los soldados como símbolo de paz y los colocaron en sus fusiles para que las balas nunca más salieran de sus cañones.
Lo que era una idea mal estudiada a raíz de la muerte de Salazar, respaldada únicamente por el capital burgués y por varios generales descontentos, se convirtió sin nadie preverlo en una revolución popular que puso punto y final al Estado Novo. Justo en ese momento empezó a andar sola la democracia portuguesa, sin correpasillos, como lo demuestran las múltiples caídas que tuvo la transición lusa. No fue nada fácil, pero lo consiguieron.
Esta entrada me sirve de homenaje a nuestro país vecino, a ese territorio tan cercano y a la vez tan ignorado. En silencio, sin dar que hablar, haciéndolo despacito y con buena letra, han conseguido logros de mérito. Ahí está su ingreso en la Unión Europea cumpliendo al pie de la letra todos sus requisitos, ahí está su capacidad para organizar eventos como la Exposición Universal de Lisboa o la Eurocopa de Fútbol, ahí está su entereza para levantarse después de la plaga de incendios que le asolaron en 2005, etc. Una mirada a Portugal nos hace comprobar que la humildad en ocasiones vence a la arrogancia y que los claveles pueden triunfar sobre las balas.
1 comentario:
Una revolución algo especial para mí, porque es uno de los pocos eventos que coinciden con mi fecha de nacimiento (aunque diez años antes). Este hecho demuestra que los cambios históricos son mucho más que decisiones de personas o grupos. Salazar ya estaba muerto; sin embargo, aunque tuvo sucesor al estilo de lo que se quería hacer en España con Carrero, el régimen cayó. Como dijo Víctor Hugo: "No hay nada más fuerte que una idea a la que le ha llegado su momento". ¿Y Cuba? El tiempo lo dirá.
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