viernes, 23 de mayo de 2008

Sólo yo lo vi venir

Este artículo lo tengo entre ceja y ceja desde hace varios meses, el mismo tiempo que llevaba pensando que el Real Zaragoza descendería a la Segunda División. Todo el mundo decía que el Zaragoza tenía un equipazo y que yo estaba loco por pensar lo contrario. Al final, como dice el refrán, el que ríe el último, ríe mejor. Y no es que me alegre que un equipo histórico en nuestro país descienda, pero a nadie le amarga el dulce de ganar una apuesta en la que sólo yo confié.

A día de hoy no he escuchado ni leído a ningún periodista deportivo que opine como yo. El Zaragoza tenía una plantilla tremendamente descompensada, con overbooking en la delantera y escasez de víveres en muchos otros puestos. Un dato revelador: no conozco a otro club que haya tenido la desfachatez de confeccionar un plantel sin ningún extremo o centrocampista puro de banda. Es así, no hay vuelta de hoja. Ya podéis buscar en la guía Marca que el único jugador de esas características que encontraréis será el díscolo D´Alessandro, que se marchó en diciembre. Nos acostumbramos a ver a Gabi (mediocentro) en la banda izquierda, a Sergio García (delantero) en la banda derecha y a Zapater (mediocentro) de lateral derecho. El médico en el tribunal y el abogado en el hospital.

La opinión generalizada es que la delantera era de muchos quilates y yo ahí nada tengo que objetar. Pero de nada sirve meter cuatro goles sin encajas cinco. Además, es vox populi que Milito y Oliveira no se llevan bien desde el primer entrenamiento. Puedo seguir desmenuzando la plantilla. ¿De qué me sirve tener un jugador como Aimar, con mucho prestigio pero que pasa más tiempo en la enfermería que en el césped? ¿Qué implicación puede demostrar Ayala, que dejó vendido al Villarreal semanas después de haber firmado con ellos? ¿Es casualidad que Oliveira haya jugado en cuatro equipos en poco más de dos años? ¿Por qué han pasado cuatro entrenadores por el banquillo maño y dos de ellos se fueron sin dar explicaciones? ¿Qué ha demostrado Pavón en el mundo del fútbol para cobrar un millón de euros? No me extraña que el primero en dimitir tras la debacle de Son Moix haya sido Pardeza, director deportivo.

Pero es que la lucha entre la opinión generalizada y la mía no termina ahí. Ahora la comidilla en torno al Zaragoza es que se ha convertido en un gran sitio donde pescar jugadores. Vuelvo a discrepar, porque un equipo descendido nunca fue el mejor lugar donde fichar. El año pasado decían eso del Celta y miren hoy: Oubiña una temporada en blanco en un equipo mediocre de la Premier, Baiano partícipe del descenso del Murcia y cabeza de turco de la afición granota, Ángel suplente en el Villarreal y ha dejado de ir a la selección, Nené en el Mónaco tras cuajar una mediocre campaña, etc. Esta entrada se la dedico cariñosamente a todos aquellos que se reían en enero cuando yo decía que el Zaragoza descendería. Va por ustedes.

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