jueves, 12 de junio de 2008

La crisis y los escondites

Primero fue el crecimiento brutal del precio de la vivienda, luego volvieron las altas tasas de paro de antaño y ahora le toca el turno a la carestía en los alimentos de primera necesidad. Tenemos todos los ingredientes necesarios para hablar de crisis económica y más aún si llenando nuestro depósito de gasolina nos dejamos un ojo de la cara. Los transportistas han dicho basta y su huelga ha semiparalizado el país. Puede que sean los más perjudicados pero ni mucho menos los únicos. La diferencia radica en que ellos están defendiendo sus intereses con uñas y dientes mientras nosotros, el resto de la población, callamos ante esta locura de precios.

Qué gracia me hace Zapatero cuando achaca cualquier revés en su política económica a la tendencia europea. Es decir, si pasa algo bueno en España es gracias a su talante y sus proyectos, pero si vienen mal dadas, le echamos las culpas a Europa y todo arreglado. Mal de muchos, consuelo de tontos. De qué me sirve a mí que todos los medios de Prisa me recuerden que el ministro Solbes ganó por goleada el debate contra Pizarro si luego la economía española va de mal en peor. De qué les sirven a los españoles los cuatrocientos euros de cheque regalo —cortesía de las elecciones— si luego es imposible pagar una vivienda y el transporte público y el carburante suben como la espuma.

Ya está bien de tantas promesas y palabrería hueca. Y yo no paro de preguntarme dónde están UGT y Comisiones Obreras, los dos grupos sindicales más fuertes. Que nadie se engañe, que esta crisis nos afecta a todos y parece que la palabra huelga general es todavía tabú. Me pregunto también dónde están esas huelgas universitarias que durante el gobierno de Aznar se sucedían día sí, día también, por motivos que pocos alumnos llegábamos a entender. También me intriga saber dónde está ahora la industria del cine español, aquellos progresistas que sabotearon la entrega de los Goya para hacer reivindicaciones políticas. Me encantaría saber sus escondites para hacerles llegar mi mensaje.

2 comentarios:

Yimi Zehcnas dijo...

El Gobierno, en un país liberal, no puede determinar el precio de los productos, y en muchas ocasiones ni siquiera limitarlo. Ahora incluso menos porque las medidas económicas se tienen que ajustar a la UE. No sé si el Gobierno podría haber hecho más, no sé tanto de economía, al igual que la mayoría de los ciudadanos, pero siempre está bien meter presión al Gobierno en este asunto.

Anónimo dijo...

Sobre el precio de la vivienda y el del combustible sólo digo una cosa los españoles y hago referencia a los más jóvenes que no tenemos nada, no valemos ni para estar escondidos, ya que nos dá exactamente igual de todo, no somos capaces de manifestarnos por lo que mas duele en este mundo (pagar una hipoteca), no vemos el problema hasta que ya lo tenemos encima. Nunca olvidaré esta misma charla que me dió un viejo anciano a punto de jubilarse en un desayuno en la fábrica de aceitunas de La Española. Lo dicho señores la juventud de hoy en día no valemos para nada.

Y en cuanto a UGT y CCOO sólo decir que está totalmente claro que están vinculados a la politica e ideales del PSOE.

saludos, By Josan.