Héroe olvidado

En ocasiones, la memoria es muy injusta con determinados deportistas. Todos sabemos que el periodismo es una ciencia que analiza la actualidad y que sólo acude al pasado cuando el presente no le resulta interesante. La Historia es la encargada de cubrir ese hueco del eje temporal y también la encargada de no olvidar a Fernando Martín, el primer español que jugó en la mejor liga de baloncesto, la NBA.

El renacimiento del baloncesto español en los últimos años es fruto de la semilla que sembró aquella selección en 1982, cuando conquistó la plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles contra todo pronóstico. Eran los tiempos de Epi, Solozábal, Romay, Corbalán y Fernando Martín entre ellos. Esos jugadores concentraron a multitud de niños delante de los televisores durante los años sucesivos y despertaron una fiebre por el baloncesto nunca antes conocida en nuestro país. Fiebre que fue enfriándose poco a poco hasta que esos mismos niños empezaron a anotar canastas en la ACB.

Raúl López, Gasol, Calderón, Garbajosa, Navarro y Sergio Rodríguez están embelleciendo el camino que ya dejó labrado Fernando Martín. Un baloncestista con un físico portentoso, un ganador nato, una persona amada por dos aficiones tan rivales como Estudiantes y Real Madrid. Una persona que demostró que el deportista español no tiene nada que envidiar al extranjero, la misma que hizo que los Portland Trail Blazers se convirtieran en el equipo de todos los españoles. Ese era Fernando Martín, aquel que pudo contra todo tipo de lesiones pero que cayó derrotado ante la mala suerte de un accidente de tráfico.