jueves, 9 de octubre de 2008

El miedo a volar

Desde su existencia, el ser humano siempre ha soñado con volar. Una vez que se demostró a sí mismo que no podía hacerlo por medios naturales, se embaucó en la difícil tarea de inventar algo que colmase sus deseos. Desde las alas de cera de Ícaro de la mitología griega, pasando por el globo hasta llegar al avión. Las estadísticas dicen que es el medio de transporte más seguro, pero ese dato no es óbice para que haya quienes le tengan pánico a subirse en ellos. Para algunos, el sueño se convirtió en pesadilla.

En este particular terror ha tenido que ver mucho la espectacularidad de algunos accidentes aéreos recientes que han salido en televisión veinte millones de veces. Puedo entender que haya gente que no pueda enfrentarse al vértigo y las alturas y que por esa razón, prefieran la vía terrestre. Pero me resulta ilógico que alguien deseche la opción del avión porque crea que va a estrellarse. Muchas de esas personas que tienen miedo a volar son las que luego, conducen motos sin casco, exceden los límites de velocidad con el coche, se montan en atracciones arriesgadas sin pararse a pensar en la fiabilidad de las mismas...

Es un sinsentido temer al avión habiendo cosas muchísimo peores a las que no le damos ninguna importancia. El riesgo está en todas partes. ¿Acaso no tiene peligro ir a la playa y tomar el sol durante horas sin protección? ¿No es un arma de doble filo tener relaciones sexuales sin preservativos? ¿Por qué no se le tiene miedo a volver de fiesta a las seis y siete de la mañana? En lo personal, puedo afirmar que viajar en avión ha sido una de las experiencias más emocionantes que he vivido. Además, es la única manera de estar el cielo sin haber muerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un sinsentido temer al avión, sí, un miedo irracional, yo pienso que motivado porque es algo que se nos escapa de las manos, está fuera de nuestro control. Creo que si todos supiésemos pilotar un avión este pánico desaparecería, o al menos, se reduciría bastante. A mí me da miedo volar, cada vez que tomo un avión, antesdeayer mismo, intento autoconvencerme con argumentos como ese que mencionas de que es el medio más seguro, que me puede pasar cualquier cosa en cualquier momento... Y no hay manera, hasta que no aterrizo no se me quita el nervio de la barriga... Sin embargo, me he venido a vivir a una isla en la que la única forma de trasladarte es volando. El miedo sigue ahí, no se va, pero lo que nunca tienes que permitir es que se convierta en un obstáculo, no debe cerrarte ninguna puerta. El secreto está en saber convivir con él. ;)

paula